
Las que estábamos hoy hemos aprovechado para limpiar nuestros caminitos de mala hierba, para recoger algunas habas y unas lechugas (en la foto vemos a Elías tan contento, en sus primeros días de huerta ya está disfrutando de los frutos de la tierra) y para subir unas cuantas tejas.
Es increíble la de misterios que nos depara la naturaleza en un espacio tan reducido, y sin duda lleno de vida: hoy Luz ha encontrado una pequeña serpiente (no sabemos quien se ha asustado más si Luz al verla o el pequeño animalillo con el grito...) y después hemos descubierto un hormiguero entre las tejas de abajo, y es que las tejas protegen a las hormigas de la lluvia y les permiten estar calentitas, así que habían decidido hacer ahí su hogar, hasta que hemos empezado a moverlas. No llevaba la cámara pero ha sido precioso ver como la teja estaba llena de huevos y de larvas de hormiguita y como en unos segundos las hermanas mayores se llevaban los cientos de huevos y larvas a otro sitio donde nadie las moleste, una vez más la huerta nos permite descubrir como viven las especies que nos rodean. A partir de ahora, llevaré mi cámara en el bolsillo, cada día es una enciclopedia en baratza.
Que paséis una hermosa semana.